domingo, 5 de agosto de 2012

La paz mundial y otras boberías peligrosas

El proyecto de país presentado el pasado 12 de junio por el candidato del continuismo, bajo el pomposo título de “Propuesta del candidato de la patria, Comandante Hugo Chávez para la gestión bolivariana socialista 2013-2019”, no puede ser más insulso ni desprovisto de contenido práctico.
En la misma, se establecen cinco objetivos:
I.                Consolidar la independencia nacional.
II.              Continuar construyendo el socialismo. Obtener la mayor suma de felicidad para el pueblo.
III.            Convertir a Venezuela en un país potencia.
IV.            Luchar para alcanzar un mundo multicéntrico y pluripolar, que permita lograr el equilibrio del Universo y garantizar la paz planetaria.
V.              Preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana.
La propuesta de Chávez se asemeja más al discurso de una candidata al certamen de Miss Universo que al proyecto de alguien que lleva gobernando 14 años a casi 30 millones de venezolanos.
Son harto conocidas las maniobras de distracción del gobierno. Prometen alcanzar una independencia que ya fue consolidada en 1821, en la Batalla de Carabobo. La verdadera gesta que Venezuela necesita es independizarse de Cuba, Irán, China y Bielorrusia, gobiernos a quienes el oficialismo les ha entregado el país en bandeja de plata.

La mayor felicidad del pueblo venezolano sería que el gobierno solucionara los problemas de inseguridad, racionamiento de energía eléctrica, inflación, calidad del agua, educación, salud, así como carencias de todo tipo.

La parte alusiva al país potencia, está claramente reflejada en la compra de tanques, aviones no tripulados, misiles y rifles de asalto, que se hace a costa del dinero que con tanta urgencia requieren los venezolanos para resolver sus necesidades más básicas. Billones de dólares malbaratados en armas que no necesitamos.

Los puntos 4 y 5 de la propuesta chavista lo que pretenden es echar humo en los ojos de los venezolanos para cegarnos. Están enmarcados dentro de la cháchara insustancial que utiliza Chávez en sus interminables alocuciones para adormecer los sentidos del pueblo.
No nos llamemos a engaño, esta propuesta parece insustancial pero en realidad se trata de boberías peligrosas. Por fortuna, el pueblo venezolano así ha empezado a entenderlo. Se siente en las calles, en los pueblos, las ciudades y las redes sociales.

Falta poco. Hay un camino. Henrique presidente.

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