A continuación reproducimos
escrito del Lic. Saverio Vivas, tomado de las redes sociales. Se ha editado
para acortarlo un poco, aunque mantiene la esencia original.
Los rebeldes de Catia despiertan
A las 6 am sonó mi reloj. Vivo en la Cortada de Catia. A las 6:35 am, cruzo la calle Real de la Cortada, subo las escaleras hasta la 2da calle de la Cortada. Subo por una larga vereda de escalinatas. Salgo a la calle Olivares. Y ya estoy en la calle Sonrisa. "¡Versia pana tu si eres fiebrúo!" Me dicen entre risas, otros fiebrúos del Comando Venezuela de Catia, que ya estaban revisando la ruta.
De la calle Sonrisa a la calle Real de los Magallanes, todo se ve tranquilo, pero noto que los "fiebrúos" somos más. En la Farmacia la Fe, ya están reunidos un grupo de vecinos de Pérez Bonalde y Nueva Caracas. Es natural el entusiasmo de ellos. ¡Son victimas directas de las expropiaciones sin pago del alcalde ausente!
La Farmacia la Fe, está en plena Av. Bolívar de Catia, y de allí me lancé para a la calle Argentina y luego a la estación del metro de Plaza Sucre. Escribí "me lancé", no por ser coloquial, sino que allí la vialidad es un desastre. Todos los días decenas de persona se lastiman, tropezando y saltando los escombros de una "reparación" del bulevar (La obra preferida de los contratistas de Jorge Rodríguez). Alerta para no caerme. Y llegue a la estación del metro de Plaza Sucre. Ya había gente reunida.
Ya son las 7:15 y en Plaza Sucre ya estaban los amigos de Propatria, Las brisas, Casalta I, II, III, La Silsa, mas gente de Pérez Bonalde y Nueva Caracas. A las 7:30 llegaron desde el bulevar los vecinos de la carretera vieja, El Limon, Tacagua Vieja, Nuevo Día, El Caujaro. Ellos fueron la poderosa estructura del chavismo en esos sectores. Muchos buhoneros y curiosos al verlos llegar los saludan con aprecio. La gente los conoce como los dignos dirigentes catienses que son, pese a que el gobierno intento inútilmente estigmatizarlos, por haber cometido "el pecado" de criticar la gestión.
Los rebeldes de Catia despiertan
A las 6 am sonó mi reloj. Vivo en la Cortada de Catia. A las 6:35 am, cruzo la calle Real de la Cortada, subo las escaleras hasta la 2da calle de la Cortada. Subo por una larga vereda de escalinatas. Salgo a la calle Olivares. Y ya estoy en la calle Sonrisa. "¡Versia pana tu si eres fiebrúo!" Me dicen entre risas, otros fiebrúos del Comando Venezuela de Catia, que ya estaban revisando la ruta.
De la calle Sonrisa a la calle Real de los Magallanes, todo se ve tranquilo, pero noto que los "fiebrúos" somos más. En la Farmacia la Fe, ya están reunidos un grupo de vecinos de Pérez Bonalde y Nueva Caracas. Es natural el entusiasmo de ellos. ¡Son victimas directas de las expropiaciones sin pago del alcalde ausente!
La Farmacia la Fe, está en plena Av. Bolívar de Catia, y de allí me lancé para a la calle Argentina y luego a la estación del metro de Plaza Sucre. Escribí "me lancé", no por ser coloquial, sino que allí la vialidad es un desastre. Todos los días decenas de persona se lastiman, tropezando y saltando los escombros de una "reparación" del bulevar (La obra preferida de los contratistas de Jorge Rodríguez). Alerta para no caerme. Y llegue a la estación del metro de Plaza Sucre. Ya había gente reunida.
Ya son las 7:15 y en Plaza Sucre ya estaban los amigos de Propatria, Las brisas, Casalta I, II, III, La Silsa, mas gente de Pérez Bonalde y Nueva Caracas. A las 7:30 llegaron desde el bulevar los vecinos de la carretera vieja, El Limon, Tacagua Vieja, Nuevo Día, El Caujaro. Ellos fueron la poderosa estructura del chavismo en esos sectores. Muchos buhoneros y curiosos al verlos llegar los saludan con aprecio. La gente los conoce como los dignos dirigentes catienses que son, pese a que el gobierno intento inútilmente estigmatizarlos, por haber cometido "el pecado" de criticar la gestión.
Llegan los olvidados
Federico Quiroz merece una mención especial. Esta pobre gente maltratada, necesita recuperar la esperanza perdida en "las mesas de trabajo" con los burócratas del gobierno. Están cansados y desesperados de esperar sus casas. La última vez que ellos se rebelaron contra el gobierno, fue cuando la alcaldía les ordenó abandonar sus casas. En esa oportunidad, los vecinos de Federico Quiroz, furiosos tomaron la Plaza Catia, cerraron la Av Sucre, colapsaron la ciudad. No hubo forma, ni policía que se atreviera a mirarlos feo. Solo un mar de promesas de Nicolás Maduro y el ministro de defensa les hizo deponer la protesta. Pero luego de meses de más "mesas de trabajo" con más burócratas, están nuevamente al limite. Los últimos acontecimientos ocurridos en refugios como el "Ché Guevara" de Antímano (donde fueron a parar familias del barrio Federico) han causado terror entre los vecinos. "¡Dios nos libre de terminar en uno de esos refugios de horror!" dicen.
Mirando los alrededores
A las 8:30 me distraje explorando los alrededores, en busca de alguno radical
rojo de esos que abundaban antes, pero nada. De regreso a la estación de Plaza
Sucre, me encontré un hermoso despelote de gente. Vecinos de Nuevo Horizonte,
más gente de la carretera vieja - Plan de Manzano, Paramaconi, Blandi, Planta
Cantina, Las Torres -. Ya habían llegado los vecinos de Altavista, Ruperto
Lugo, Los frailes, Macayapa, Gato Negro, Cutira, El nacimiento, Los flores,
Isaias Medina, Morochito. La vaquera, Tacagua Nueva (o lo que queda de ella),
gente de 23 de enero (que para mi también son catienses). Los amigos de Lidice
y Manicomio (que según la burocracia ya no son de Catia, sino de La Pastora). Y
comenzaron a llegar los de Urdaneta , Simón Bolívar y Cuartel. "¿Dónde
esta el hombre? ¡Vamos a dale!", preguntaban entusiastas.
A esa hora Capriles ya andaba por Catia. Hablando secretamente con comisiones de refugiados. ¡Secretamente!, porque si el gobierno se enterara quienes participaron, los echaría a la calle, como ya ha pasado varias veces. Decir estas cosas, confieso que me llena de profunda rabia. Quiero justicia para mis amigos en los refugios. No quiero que los humillen más. Capriles ya entiende el drama.
A las 9:30 se apareció en la estación del metro un viejito con un megáfono, y luego de 15 minutos de gritar "Chavez, Chavez", sin que nadie le parara, recibió un regaño del árabe dueño del restauran de chawarmas. "Vale, deja de fastidiar que los clientes están molestos". El viejito se cambio de frente, hacia el lado donde estaban sentados los vecinos de la carretera vieja, y francamente estos no tienen mucha paciencia para estas cosas. Uno de los exdirigentes chavistas de la Carretera vieja se le acerco, le dijo algo al oído, y el viejito de fue.
A esa hora Capriles ya andaba por Catia. Hablando secretamente con comisiones de refugiados. ¡Secretamente!, porque si el gobierno se enterara quienes participaron, los echaría a la calle, como ya ha pasado varias veces. Decir estas cosas, confieso que me llena de profunda rabia. Quiero justicia para mis amigos en los refugios. No quiero que los humillen más. Capriles ya entiende el drama.
A las 9:30 se apareció en la estación del metro un viejito con un megáfono, y luego de 15 minutos de gritar "Chavez, Chavez", sin que nadie le parara, recibió un regaño del árabe dueño del restauran de chawarmas. "Vale, deja de fastidiar que los clientes están molestos". El viejito se cambio de frente, hacia el lado donde estaban sentados los vecinos de la carretera vieja, y francamente estos no tienen mucha paciencia para estas cosas. Uno de los exdirigentes chavistas de la Carretera vieja se le acerco, le dijo algo al oído, y el viejito de fue.
Entonces me fui a los Magallanes otra vez. En los Magallanes la fiesta ya
estaba prendida. un mar de banderas de todos los partidos políticos. En la
primera cuadra, estaba Stalin y Alejandro Vivas. Dediqué un especial para
Stalin, pues el abrió la puerta a un nuevo liderazgo, en una época en que para
soñar aspirar tenías que tener 55 años o más.
Un rato mas tarde, luego de unas cuantas carreras de ida y vuelta, el punto se llenó. Al final de la calle Sonrisa, en la parte más baja, queda la plaza El Cristo, y allí un par de radicales oficialistas tenían largas caras de rabia, pues llamaban por teléfono a toda Catia, y na-nai-nai (Nadie llego a defender la revolución)
Un rato mas tarde, luego de unas cuantas carreras de ida y vuelta, el punto se llenó. Al final de la calle Sonrisa, en la parte más baja, queda la plaza El Cristo, y allí un par de radicales oficialistas tenían largas caras de rabia, pues llamaban por teléfono a toda Catia, y na-nai-nai (Nadie llego a defender la revolución)
A las 10 am, estaba todo listo. A las 11:20 toda la gente que estaba en la estación del metro se había desplazado y unido con los vecinos de Los Magallanes. A las 11:30, Capriles y Ledezma e Ismael Garcia aparecieron.
Y comenzó la locura.
Llego Capriles a Catia
Serian las 11:30 am cuando llegaron Capriles, Ledezma e Ismael Garcia.
Inmediatamente Capriles se convirtió en el ojo de un huracán de gente, que
luchaba por tocar, saludar o simplemente verle de cerca.
Viendo la escena, me acorde de las fiestas patronales de un pueblo, todos haciendo cola para tocar a la imagen del santo que sacan a pasear por el pueblo. Aunque en este caso no se hacia cola.
Al llegar Capriles me tocó correr para anunciar su llegada.
Viendo la escena, me acorde de las fiestas patronales de un pueblo, todos haciendo cola para tocar a la imagen del santo que sacan a pasear por el pueblo. Aunque en este caso no se hacia cola.
Al llegar Capriles me tocó correr para anunciar su llegada.
Los compañeros me vieron llegar corriendo, y entre risas se prepararon para lo
que seguía a continuación. Capriles estaba estirando las piernas, abrazando
mujeres, señoras, y saludando a cuanto se le acercaba.
Capriles comenzó a caminar
Cuando volvía de regreso hacia la Farmacia la Fe donde estaba el candidato, se
soltó "el agua contenida de la presa".
Capriles comenzó caminar, y hasta el más orgulloso vecino (que hasta hace un rato criticaba toda la alharaca por "ese chamo"), disimuladamente quería ver al carajo "que tiene loco a Chavez”.
Capriles comenzó caminar, y hasta el más orgulloso vecino (que hasta hace un rato criticaba toda la alharaca por "ese chamo"), disimuladamente quería ver al carajo "que tiene loco a Chavez”.
Los gritos, los saludos de la gente que lo veía pasar, y la desesperación de los
que querían caminar junto a él, me recordaron a una estrella de rock. ¡Pero no
una estrella cualquiera! Capriles es una especie de Beatles de la política. Y
francamente ni Chávez en sus mejores días, causaba semejante efecto en la
gente.
"¡Henrique Capriles Radonsky esta llegando a Caaaaatiiiaaaa, señores!" Me encantó ver como había gente que temblaba esperando que Capriles pasara cerca.
"¡Henrique Capriles Radonsky esta llegando a Caaaaatiiiaaaa, señores!" Me encantó ver como había gente que temblaba esperando que Capriles pasara cerca.
El candidato
Pero al caminar con nuestro candidato no hay que dormirse, porque te tumban. La
fuerza del rio de gente es notable. Y es una fuerza que en realidad escapa del
control del candidato. En la calle Olivares, como pudo, Capriles de aferró a la
acera alta y logró estirarse para saludar a unas señoras. Pero la corriente de
gente era demasiado fuerte y el candidato se dejo llevar por la multitud
alegre. "¡Se ve se siente!"
La gente gritaba tantas cosas, pero mis oídos solo estaban afinados para los oficialistas. Y en ese nivel. El silencio era absoluto. Puros "te amo" "Viva Capriles" "Capriles, Capriles" "Se ve se siente" "Capriles presidente". Y ningún fuera, o viva Chavez.
Al salir de la calle Olivares nos esperaba un gentío bestial. "¿De donde salió tanta gente?"
La gente gritaba tantas cosas, pero mis oídos solo estaban afinados para los oficialistas. Y en ese nivel. El silencio era absoluto. Puros "te amo" "Viva Capriles" "Capriles, Capriles" "Se ve se siente" "Capriles presidente". Y ningún fuera, o viva Chavez.
Al salir de la calle Olivares nos esperaba un gentío bestial. "¿De donde salió tanta gente?"
El camino de la victoria
De aquí en adelante no tuve idea de donde estaba. Me perdí en pensamientos. Caminaba obligado por la inercia del grupo. Desde lo alto de las casas, la gente lanzaba unos papelitos dorados, creando un espectáculo de luces bellísimo. El paso del río y del candidato se sentía en cámara lenta. Flotaba el pueblo.
Enlatados
No podíamos avanzar, ni retroceder. Ni respirar, ni caernos. Estábamos todos como en una gran lata de sardina. Estábamos tan apretados que por un momento, recordé a los vagones de nuestro abandonado metro de Caracas. Al menos en esta escena (a diferencia de una en el un vagón del metro), podíamos respirar aire fresco.
Pasaron unos ¿10min?... Capriles literalmente comenzó a nadar entre la multitud apretada, y como pudo fue acercándose al camión del sonido. Los más jóvenes empujaban con fuerza para acercarse.
Capriles conversando con el pueblo
Capriles habló de seguridad. ¿Tienen ideas de la cantidad de chamos que han
muerto en Catia, victimas del hampa?... A diferencia del tipo de la carroza,
Capriles no tiene miedo de hablarnos de la guerra no declarada que vivimos en
Catia. En esa escena había, viudas, madres, huérfanos y todas las variantes
creada por la tragedia de la delincuencia. Capriles habló primero de lo que tenía
que hablar. No habló que la gorra, ni del imperio, ni de la tortuguita de
Rosaines, ni de cuando el era "cadete faltón" y tomaba caña uniformao
en la calle Colombia de Catia. Capriles no hablo paja.
El Agua
El candidato enumeraba problemas. "¿y el agua?" pensé. "Se
le olvidó el agua, se le olvidó" dije entre dientes. Y sincronizando con la lista de
problemas que enumeraba Capriles, le grite "¡Y EL AGUA!". y
Capriles dijo: "y el agua". (Y yo me sentí orgulloso de
aportar a ese histórico discurso, jajaja).
Hablando en serio. ¿Saben que difícil es bañarse con una jarra de agua fría de la nevera? Cuando uno trabaja en oficina, no puede confiarse, y el baño es obligado... Lamentablemente, 14 años después de comenzada la "revolución", miles de catienses no tiene servicio de agua regularmente en sus casas. La "revolución" se ocupo de poner un satélite en el espacio para poder hablar paja política, pero no se ocupo de poner agua en el barrio.
Hablando en serio. ¿Saben que difícil es bañarse con una jarra de agua fría de la nevera? Cuando uno trabaja en oficina, no puede confiarse, y el baño es obligado... Lamentablemente, 14 años después de comenzada la "revolución", miles de catienses no tiene servicio de agua regularmente en sus casas. La "revolución" se ocupo de poner un satélite en el espacio para poder hablar paja política, pero no se ocupo de poner agua en el barrio.
Los refugiados
Y habló de los damnificados. Los llamo refugiados. "Yo nunca le he
quitado nada a nadie" y cuando dijo eso, seguro un pocotón de
chavistas que tenían dudas, finalmente de convencieron. Capriles no nos quitará
la promesa de casa, y de paso se compromete a cumplirnos.
Catia Municipio
Cuando Capriles terminó de explicar la idea (dejando de ultimo la palabra
"municipio"), un terremoto de alegría cruzo el cielo de Catia. Porque
Catia quiere ser municipio. A mi se me aguaron los ojos. Y seguro los otros
dirigentes de abrazaron y besaron. Fue tal la alegría que casi le saco un
pulmón de una palmada en el hombro a Richard Blanco. El pana sabe lo que
significa para nosotros Catia municipio.
Y Capriles finalizó
Y Capriles finalizó
Continua el río crecido
El rio reanudo se marcha. Capriles continuo su paso, ahora hacia la Plaza El Cristo.
Y para que contar lo que ya les he dicho. Ni un solo insulto. Solo un mar de
alegría. Y "¡Caramba! Este tipo es un atleta". "Yo ya estoy
cansado" pensé.
Marcha, remolino de gente,
abrazos, música, consignas, aliento para el candidato. Y llegamos a la plaza El
Cristo. Yo la verdad no me acordaba, pero al llegar allí, la
"revolución" nos tenía un gran pozo de agua sucia. (Cortesía de Jorge
Rodríguez y su ineptitud como alcalde. Jeje). Allí todos pegaban sus brinquitos
para caer en otro pozo.
En la plaza el Cristo un crucificado
Más tarde me explicaron que, en ese punto, 2 camaradas
"revolucionarios" le dieron una paliza a un chamo de 19 años que
volvía a su casa. Así desahogaron estos solitarios personajes, ¡la frustración
de pasar ¡4 horas llamado por teléfono! a defender la revolución, sin que nadie
les parara bolas.
El niño Bolívar en la Avenida Bolivar
Pero como la multitud casi arrolla al candidato, Capriles tuvo que tomar en
brazos al niño y lo cargó unas dos cuadras. La señora agradecida recibió a su
chamín, y juntos siguieron caminando.
Los humillados y sus capataces
Por la Av, Bolivar, pasamos frente al mercado popular "Don Pollo". Un
grupo de chiflados (los coordinadores del mercado) se asomaron al galpón para
gritar un par de groserías. No hay que decir mucho sobre el caso, pues a estos
personajes no los quiere nadie en Catia. La gente que ocupa ese galpón en Don
Pollo, era buhonera, y luego de años de lucha, los ubicaron en ese galpón. Los
nuevos propietarios arreglaron sus locales, y con trabajo y esfuerzo, hicieron
el punto comercial (porque al principio nadie iba a comprarles nada). Y ahora
que al fin han levantado sus negocios, la alcaldía de Caracas ha expropiado,
dejándolos sin trabajo. Pero en el galpón nadie dice nada, porque el grupo de
chiflados a que hago referencia, los amenaza con quitarle el local sin nada a
cambio, "por traidores". Así trata este infame gobierno a nuestra
gente.
La gran 2da Avenida de Catia
Y la marcha que ya estaba frente al Central Madeirese. Es el punto donde
tenemos a Cuartel, y Urdaneta al alcance de la mano. Pero Capriles doblo hacia
el 23 de enero. Entramos en la 2da Avenida de Catia, la que cruza toda Catia y
termina en Los Flores a metros del "23 de enero".
Ya estábamos en Pérez Bonalde, y en esta parte, la gente se amontonaba en la calle Argentina. Luego en el bulevar de Catia pegaban brincos de alegría. Corrían a tomarse fotos con el candidato. En la calle Colombia los PNB se asustaron, porque Capriles amagó con seguir por toda la calle Colombia, pero lo aguantaron.
Ya estábamos en Pérez Bonalde, y en esta parte, la gente se amontonaba en la calle Argentina. Luego en el bulevar de Catia pegaban brincos de alegría. Corrían a tomarse fotos con el candidato. En la calle Colombia los PNB se asustaron, porque Capriles amagó con seguir por toda la calle Colombia, pero lo aguantaron.
De Pérez Bonalde a Nueva Caracas
El surfista del cambio siguió en su rio humano, rumbo a Nueva Caracas. La
región de Catia donde el gobierno quiere dejar sin empleo a mas de 8.000
vecinos. Una región de bandera de la resistencia contra el abuso. El candidato
podía ir a Plaza Catia o donde le viniera en gana, pero fue a Nueva Caracas. Y
Nueva Caracas se lo merece.
"Visitando" la sede frente al Psuv
"Visitando" la sede frente al Psuv
Ya en la calle México a pocos metros de la capilla mormona, me di cuanta que el
candidato estaba rumbo a la sede del PSUV Catia. Y le comenté a Ismael García
que pasaría frente al PSUV. Pero ni modo. pasamos la calle Chile. Y al llegar
al PSUV, los más jodedores aprovecharon para tomarse fotos. Catia estaba de
fiesta.
Unas brazadas mas
Por la calle Bolivia, y 1, 2, 3 cuadras mas... Ya a metros del maltratado
Hospital Periférico de Catia. Pasamos cerca de la acera donde mataron a mi
primo, y donde paso 6 horas tirado en el suelo, esperando a que lo recogieran
(a metros del hospital).
Otra cuadra más, ahora en subida. Ya estábamos sobre el elevado. Mirando El 23 de enero, Altavista, el Parque del Oeste, Los Flores. ¡Que bella es Catia y su gente!.
Otra cuadra más, ahora en subida. Ya estábamos sobre el elevado. Mirando El 23 de enero, Altavista, el Parque del Oeste, Los Flores. ¡Que bella es Catia y su gente!.
La 2da Avenida full de pueblo
"¡Saverio, mira para atrás pana!" me gritó un vecino. Tras nosotros
la 2da Avenida repleta de gente. 20 minutos después que Capriles se había ido,
la gente seguía caminando. Capriles Radonsky había colapsado Los Magallanes, y
de ñapa, había llenado más de 10 cuadras de Catia. ¡Y con razón en la Plaza
Catia, 4 gatos chiflados frustrados por la demostración, se peleaban contra un
cartel de Capriles, desahogando sus rabias.
No es culpa de Capriles,
que el pueblo se haya cansado de Chávez.
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